Imagina por un momento que un emisario de Dios te susurrara al oido que sólo te quedan veinticuatro horas en este mundo... ¿Tú que harías? ¿Irías a tu oficina a completar las tareas pendientes o preferirías compartir esas preciadas horas con tus seres queridos? ¿Seguirías albergando ese inexplicable odio hacia aquel ser que comparte tu sangre o lo buscarías para hacer las paces y no dejar esa cuenta pendiente? ¿Te sentarías a lamentarte por lo que no pudiste lograr o buscarías aprovechar cada segundo para disfrutar lo que sí tienes y que tal vez nunca apreciaste tanto como ahora que estás a punto de perderlo?
Y si pudieras avanzar el reloj y pudieras verte yaciendo en el sarcófago, rodeado de aquellos que sí te apreciaban ¿qué te gustaría escuchar de ti? ¿Cómo te gustaría ser recordado? ¿Cómo aquel ser frío e insensible para quien las reglas habían sido hechas para ser cumplidas y que no se detenía ante nada y ante nadie para cumplir sus metas? ¿O más bien como alguien que siempre se preocupó por los demás, que sembró la concordia y que se marcha lleno de bendiciones de aquellos que recibieron algo de tí sin pedir nada a cambio?
¿Por qué al abrir los ojos no recibimos el don de un nuevo día pensando que tal vez pueda ser el último?
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yo creo que nadie sabe el día que se va a acabar todo esto porque realmente no sirve de nada que uno cambie al final del camino, creo que si es cierto que uno debería de considerar que cada día es el último día de su vida ya que ese dia, ese momento, la persona que se es nunca volvera a ser.
ResponderEliminarYo en lo personal no creo que cada día puede ser el ultimo (aunque lo puede ser) ya que si fuera así, yo actuaria muy diferente a como actuó cotidianamente. Ya sea si lo que quisiera fuera ser locuras o quisiera ser una santa el último día de mi existencia. Creo que mi verdadera esencia no reside en las acciones que tomo porque son mi último recurso, sino en las que me conforman día a día. Cada día de nuestra existencia, conforma al último ya que, como vivimos este viviremos el final. Nuestras decisiones actuales afectan a las futuras y día a día construimos lo que nos hace orgullosos o las cosas que quisiéramos no hacer. En fin como todo en la vida es algo muy subjetivo, para mí como vivo hoy es como viviré mis últimos días y por eso hay que vivir siguiendo nuestra propia esencia y nunca defraudándonos ya que de ahí se origina todo mal.
ResponderEliminarSaludos!
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No pienso en ello... mejor intento vivir mi vida en paz, sin desearle o hacerle mal a nadie, y dándo gracias a Dios por mi linda y cariñosa familia.
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