miércoles, 15 de febrero de 2012
Alfonsina
Acudo a tu llamado, desnuda, vulnerable, temblorosa, dispuesta a expiar este karma que me ha impedido disfrutar de los placeres del amor.
Sumérgeme en tus torbellinos. Haz que en cada alarido que me arranques expulse el dolor que me desgarra por dentro. Y cuando me tengas sometida, despójame de lo único que me queda.
Desapareceré en los abismos con mi postrer deseo satisfecho cuando mis lágrimas se diluyan en lo salobre de tus aguas.
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