Por fin terminaron los albañiles. Cada noche
bajo a revisar el bunker. Tal vez
no tendrá las comodidades del que tenía aquel loco -que desangró medio
mundo- en sus últimos días en Berlín, pero tiene lo indispensable para
sobrevivir las tres semanas que, según mi amigo que lee el tarot, durará el
fuego divino. Tengo los dos generadores listos, las alacenas con cientos de
latas debidamente etiquetadas, la puerta a prueba de incendios y terremotos
funciona a la perfección, una litera, muchos libros para matar el tiempo
mientras la profecía maya hace lo mismo con los incrédulos que no quisieron
atender el mensaje, un espacio para la Travis y la nueve milímetros debajo de
la almohada por si las previsiones o los cálculos me fallan.
En enero renuncié al trabajo. ¿Pará qué seguir
obsesionado por forrarme de dinero si cuando llegue el fin del mundo no servirá
para nada? No me arrepiento de jamás haberme casado, mucho menos de no haber tenido
descendencia. Bien merecido tenemos el castigo por la
manera cómo hemos destruido el legado que nuestros antepasados celestiales nos
dejaron.
Estudié cuidadosamente la estructura geológica
del país y fui descartando los lugares cercanos al mar o las montañas por donde
pasan las fallas. Al final encontré este valle “a prueba de mayas” incluso
porque ellos jamás pusieron un pie por acá. Nadie vive cerca, por eso la
construcción del bunker pasó desapercibida. He estado meses navegando en la red
y creo haber descifrado las claves de lo que va a suceder. No es casualidad que
estén ocurriendo tantos desastres naturales. Los mayas están haciendo sus
pruebas para que nada falle cuando llegue el gran día. La verdad, me estoy
aburriendo de lo lindo. Apliqué los conocimientos aprendidos luego de más de
veinticinco años en la fábrica y como resultado de ello, estuve
listo casi tres meses antes de la fecha fatídica. ¡Tres meses sin hacer nada!
Casi cien días en los que he vagado como un loco prisionero de mi maldita eficiencia.
Menos mal que la Travis me acompaña. Esa gata negra de ojos color ámbar que apareció
un día, quién sabe de donde, y que tiene comportamientos casi humanos, hace el
tedio menos pesado. No importa el momento ni el lugar, ya sé que ella está a mi
lado con su intensa mirada fija en mí. Basta que la llame para que se acerque
mimosa a frotarse contra mis piernas o mis brazos. Cómo quisiera tener la
sabiduría para entender lo que pretende decirme con sus maullidos. Coelho dice
que todo sucede por alguna razón por eso estoy seguro que algo hay detrás de su
aparición, justo en las vísperas de una fecha tan especial. En lugar de
incomodarme, modifiqué los planos de mi refugio para que ella también tuviera
cabida.
Una noche soñé que se transformaba en una
hermosísima mujer de piel bronceada y mirada felina. Que insinuante se frotaba
contra mi cuerpo y me susurraba sus más íntimos deseos. Desde entonces no se me
quita la idea que ella es un mensajero del más allá, enviada para que juntos
repoblemos el mundo una vez pase la catástrofe. Dentro del bunker guardé un
cofre con hermosas prendas que adquirí para mi amada, luego que se transforme
en mi compañera tras el cambio de era. Mientras ese anhelado momento
llega, la tengo bien aprovisionada con su concentrado y su arenero.
* * * * *
Faltan tres días. Estoy haciendo una prueba
final, hasta el momento todo ha funcionado como está previsto. Incluso
verifiqué el funcionamiento del plan B, por eso tengo la nueve milímetros sobre
la mesa, al costado de la cama. Olvidaba contar que hoy es mi cumpleaños. Estos
malditos mayas echaron por la borda la celebración que tenía planeada. No todos los días se llega
al medio siglo. Para no pasar por alto el logro de mis padres, destapé la
botella de Zacapa XO y la estoy degustando mientras ordeno el álbum con los
mejores recuerdos de mi vida. ¿Qué habrá sido de aquella hermosa niña de ojos
cafés a la que adoré en silencio en mi lejana adolescencia? Adriana ¿Se
llamaría Adriana? Tenía cara de Adriana, aunque con cuerpo de Marilyn. Malditos
Kennedy, bien merecido tuvieron lo que les pasó. No tenían derecho a arruinarle
la vida de esa manera, ni siquiera llegó a sus cincuenta. Demi si llegó a esta
edad, ella si pudo celebrarlo. Inolvidable Demi en Ghost. Ojalá que
luego que pase esto no me encuentre con que el mundo poblado de
fantasmas que no pudieron desconectarse y largarse de acá.
La Travis me está viendo. Creo que está leyendo
mis pensamientos.
-Ya falta poco mi amor para que recobres tu
figura humana y seas mi compañera en esta misión que nos espera. Por algo nos
escogieron. Por algo estamos aquí. Ven conmigo. Quiero abrazarte, escuchar los
latidos de tu corazón.
¡Te dije que vengas gata maldita! ¿Se te olvida
que tienes prohibido correr acá? Vas a desordenarme todo.
Casi te alcanzo. Ya te agarré la cola. Que fuerza tiene la desgraciada. No te
subas sobre la mesa. Cuidado con el arma…
Un último pensamiento acudió a mi mente al ver el fuego saliendo de ese agujero negro.
-¿De qué sirvió tanto esfuerzo si nunca sabré si los mayas tenían razón?
Un último pensamiento acudió a mi mente al ver el fuego saliendo de ese agujero negro.
-¿De qué sirvió tanto esfuerzo si nunca sabré si los mayas tenían razón?